Más de un año tras una cesárea, la paciente comenzó a experimentar fuertes dolores abdominales, lo que la llevó a visitar varias veces a su médico de cabecera y el servicio de urgencias del hospital.
El ‘retractor Alexis’, “del tamaño de un plato de comida”, había quedado dentro de la paciente tras dar a luz a su bebé más de un año atrás.