Si bien los exámenes de laboratorio a la pasajera china que viajaba a bordo apuntaban a descartar que haya contraído el nuevo coronavirus, el resultado definitivo llegará tras 48 horas.
Unas 7.000 personas, entre ellas 35 argentinos, permanecen bloqueadas este jueves a bordo de un crucero, en el puerto italiano de Civitavecchia, cerca de Roma, por casos sospechosos de coronavirus a bordo.
Al término de varias horas los resultados preliminares de los exámenes de laboratorio a la pasajera china que viajaba en el crucero apuntaban a descartar que haya contraído el nuevo coronavirus, según indicó el ministerio de Salud italiano.
Pese a ello los pasajeros no han podido desembarcar hasta que no lleguen los resultados definitivos a pedido del alcalde de la ciudad de Civitavecchia, Ernesto Tedesco. “Tengo que proteger la salud de mis compatriotas”, dijo.
De acuerdo con lo que aseguró la cónsul en Roma, María Lucía Dougherty de Sánchez, a Radio Continental, hay 35 ciudadanos argentinos dentro de la embarcación. “La decisión por el momento es que nadie baje. Es algo que sucedió hace poco, se inició el protocolo de asistencia sanitaria”, informó.
Especialistas del hospital romano Spallanzani, especializado en enfermedades infecciosas, explicaron que el resultado definitivo llegará tras 48 horas.
La paciente china, de 54 años, con fiebre alta y problemas de respiración, junto con su pareja, quien no presentaba síntomas, se encuentran en una sala aislada de la enfermería del barco. “Mi hijo y mis dos nietos están a bordo y por horas no sabían lo que pasaba. Nosotros fuimos los que les informamos”, contó Adriano Pavan a la AFP-TV.
“A bordo todo es normal, no hay preocupación. Mi hijo nos dijo que durante dos o tres días la pareja usaba máscaras. En Roma, hay un montón de personas caminando con máscaras “, comentó.
La firma de cruceros explicó que activó el protocolo para un caso sospechoso relacionado con un huésped de Macao.
El barco, de propiedad una de las mayores compañías de cruceros del mundo, provenía de Palma de Mallorca y tenía programado una semana de viaje en el Mediterráneo occidental.
La pareja voló a Milán desde Hong Kong el 25 de enero, antes de subir al crucero, según informan medios italianos.