En Arizona (EE.UU.), un hombre de 19 años se ató con un cinturón para fingir su propio secuestro con un solo motivo: no ir a trabajar. La Policía encontró a Brandon Soules en la calle con las manos atadas a la espalda y amordazado con un trapo.
El joven le dijo a los uniformados que dos hombres enmascarados lo habían secuestrado y lo dejaron inconsciente en el lugar donde fue encontrado. Sin embargo, los agentes llevaron a cabo una investigación y no encontraron ningún indicio de que se hubiera producido un secuestro.
Tras ser detenido, el joven admitió que se había inventado la historia como excusa para no tener que ir al trabajo. Fue arrestado el 17 de febrero por denuncia falsa a la Policía.