Riad se ha propuesto como objetivo aumentar su proporción de energías renovables hasta el 50 % para el año 2030.
El Gobierno saudita sigue comprometido con su plan para diversificar sus fuentes de energía e impulsar la producción de renovables, todo ello sin reducir sus ventas de crudo.
“Arabia Saudita ya no es una productora de petróleo, es un país generador de energía”, dijo esta semana el ministro de Energía del país, Abdulaziz bin Salman, a S&P Global Platts, citado por el portal Oil Price.
El reino árabe mantiene grandes ambiciones en el desarrollo de la producción de gas, energías renovables e hidrógeno, un escenario que el ministro urge “al mundo a aceptarlo como una realidad”, ya que el país va a “triunfar en todas estas actividades”.
En un contexto de recuperación del mercado del crudo, Arabia Saudita ya ha elevado su precio oficial para los suministros a Asia para el próximo mes. Paralelamente, Riad está financiando sus ambiciones ‘verdes’ con los ingresos provenientes de las exportaciones de petróleo.
La denominada Iniciativa Verde saudita planea generar el 50 % de la energía del país con fuentes renovables para el año 2030, para, entre otros objetivos, reducir su dependencia de los hidrocarburos. En 2017, las renovables representaron solo el 0,02 % de la energía total generada por la nación.
Sin embargo, estos planes no significan que el reino árabe se plantee producir menos barriles de crudo o renunciar a la financiación de sus nuevos proyectos en hidrocarburos, tal y como sugería un reciente informe de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) para llegar a la neutralidad de carbono para el 2050.
Arabia Saudita ha declarado en reiteradas ocasiones que el crudo seguirá siendo la fuente dominante en su balance energético durante las próximas décadas.
En medio de la pandemia, el reino vio caer sus ganancias petroleras en el último año y medio hasta tal punto que la empresa energética nacional Aramco tuvo que lanzar bonos para pagar dividendos al Estado.
En este contexto, la propuesta del informe de la AIE fue descrita por Abdulaziz bin Salmán como una “secuela de La La Land”.