En un intento por frenar la inflación rampante en EE.UU., la Reserva Federal anunció una subida de los tipos de interés del 0,75 %. Sin embargo, la subida de los tipos también supone una subida de los tipos de las tarjetas de crédito, las hipotecas y otros préstamos. En otras palabras, el coste de los préstamos sube, lo que encarece la financiación de la vivienda, el coche y otras compras esenciales.
La psicología de los inversores también puede hacer que los mercados se desplomen, ya que los inversores pueden retirar su dinero de las acciones o de las criptomonedas hacia inversiones más conservadoras.