El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, levantó una nueva polémica entre la derecha española: se fue de vacaciones a Marruecos en plena negociación para la investidura tras las elecciones.
Según fuentes del gobierno, es un viaje “estrictamente privado” de varios días, “costeado íntegramente con recursos propios” del presidente y sin agenda institucional.