“La creciente presión por una nueva moneda global se produce después de la continua militarización del dólar estadounidense en forma de sanciones y guerras comerciales”, por lo que “muchos países buscan una mayor independencia del sistema financiero estadounidense”, escribe el consultor de gestión e investigador australiano Michael Roach en su artículo para The Interpreter.
En este sentido, el tema de la moneda común como posible alternativa a la actual divisa de reserva mundial se volverá a discutir este mes por los líderes del BRICS en su cumbre en Sudáfrica.