Estados Unidos corre el riesgo de dañar su propia economía y a sus consumidores si no limita la exportación de gas natural licuado (GNL), destaca la secretaria de Energía de EEUU, Jennifer Granholm. En sus palabras, esto también aumentaría las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero.
El actual presidente de EEUU, Joe Biden, ordenó previamente la preparación de un análisis de las consecuencias del suministro de GNL desde el punto de vista ambiental, de seguridad nacional y económico, informa The New York Times con referencia a una carta de Jennifer Granholm. La misiva es acompañada con un estudio sobre los efectos económicos, de seguridad nacional y climáticos de la aprobación de nuevas terminales de exportación de gas natural que el Departamento de Energía publicará en los próximos días.
“Jennifer Granholm dijo que el nuevo análisis mostraba que mantener el ritmo de las exportaciones no era ‘ni sostenible ni apropiado'”, indica la publicación.
La secretaria subraya que “las exportaciones sin restricciones” implicarían una menor disponibilidad de gas en el país, lo que provocaría un aumento de los precios nacionales al por mayor de alrededor del 30%. El gasto de los hogares estadounidenses podría crecer en 100 dólares al año para 2050 y el gasto de la industria pesada podría incrementar en 125.000 millones de dólares, añade.
El aumento de las exportaciones también provocaría mayores emisiones de gases de efecto invernadero en Estados Unidos y contaminación en las zonas donde se construyen las terminales de GNL, agrega. Además, en sus palabras, el aumento de las exportaciones del combustible desplazaría más a la energía eólica, a la solar y a otras energías renovables que al carbón.
En cuanto a Europa, el análisis señala que el continente, a pesar del deseo de abandonar el combustible ruso, la demanda de GNL estadounidense ha dejado de crecer. En el futuro, la principal demanda vendrá de China, escribe Granholm.
Las exportaciones de GNL ruso a Europa han aumentado tras las restricciones impuestas por la UE a los recursos energéticos rusos. Sin embargo, el 21 de junio, los representantes permanentes de los países de la Unión Europea acordaron el 14.º paquete de sanciones contra el Estado euroasiático. Las restricciones afectarían por primera vez al suministro de GNL ruso.
Desde Moscú indicaron en reiteradas ocasiones que la UE cometió un grave error al renunciar a las adquisiciones de los hidrocarburos rusos. El presidente de Rusia, Vladímir Putin, aseguró que su país no niega a nadie el suministro de sus recursos energéticos. En sus palabras, Europa esperaba que si no recibía el gas ruso, Rusia colapsaría, pero, en cambio, en sus Estados están empezando a producirse procesos irreversibles.
A su vez, el informe Global Gas Outlook 2050 del foro de países exportadores de gas anticipó que, para 2026, el suministro de GNL en el mercado mundial empezará a dominar al abastecimiento por gasoducto en términos de volumen enviado a los consumidores, siendo China, India y otros países asiáticos sus principales compradores.