Con su implementación, el Municipio de Río Grande, a través de la Secretaría de Salud, apunta a ayudar a los pacientes recuperados a permanecer más activos y a volver a realizar las actividades de su vida cotidiana. El director del Centro de Rehabilitación “Mamá Margarita”, Dr. Mauro Dotto, brindó detalles del funcionamiento de la Unidad de Rehabilitación Post COVID-19.
Ante el aumento de personas que se recuperan de COVID-19, pero con secuelas respiratorias, físicas y psicológicas, el intendente Martín Perez, a través de la Secretaría de Salud, puso en funcionamiento un área de Rehabilitación Multidisciplinaria para ayudar a disminuir los índices de morbilidad y mortalidad, desarrollando estrategias de recuperación y ofreciendo tratamientos de rehabilitación a las personas que padecieron y se recuperaron de esta enfermedad, pero con secuelas moderadas o graves.
Dicha unidad se encuentra funcionando en las instalaciones del Centro de Rehabilitación “Mamá Margarita”. Cuenta con un equipo interdisciplinario de profesionales, entre ellos médicos, enfermeros, fisioterapeutas, terapeutas respiratorios, especialistas en ejercicio y licenciados en nutrición, que desarrollan un programa que se ajusta a las necesidades de cada paciente. A su vez, los pacientes cuentan con los instrumentos y materiales correspondientes para llevar adelante su rehabilitación.
A una semana de la puesta en funcionamiento de la Unidad de Rehabilitación Post COVID-19 ya son 16 las personas que se encuentran realizando tratamiento y “se esperan nuevos ingresos en los próximos días que se realizarán nuevas evaluaciones médicas”, adelantó el director del Centro de Rehabilitación “Mamá Margarita”, Mauro Dotto.
Dotto explicó que “los pacientes se dividen, según la gravedad de secuelas, en graves, moderados y leves. Los pacientes con secuelas graves y moderadas trabajan, en su mayoría, de manera individual con los profesionales. Los pacientes con secuelas leves se rehabilitan en pequeños grupos”.
En cuanto a las secuelas más recurrentes, Dotto indicó que “se encuentran las respiratorias, las psicológicas –la presencia de síntomas como ataques de angustia y ataques de pánico- y las nutricionales, por la pérdida de masa muscular”.
“A los pacientes, dependiendo de las evaluaciones médicas, se les realizan diversos estudios en dependencias municipales”, manifestó Dotto. Dichos estudios son, a saber: espirometrías, ergometrías, ecocardiogramas y electrocardiograma.
Asimismo, “los kinesiólogos realizan evaluaciones respiratorias y físicas para determinar la mejor estrategia de rehabilitación, mientras que la fonoaudióloga asiste a quienes, producto de la ventilación mecánica y de la intubación prologada, tienen dificultad para hablar y deglutir alimentos”, agregó Dotto.
Cabe destacar que la rehabilitación se diseña dependiendo de la gravedad, con un número prefijado de sesiones: 20 sesiones para pacientes con secuelas graves, entre 12 y 15 para pacientes con secuelas moderadas, y 10 para pacientes con secuelas leves. En este sentido, el director del Centro de Rehabilitación “Mamá Margarita” explicó que “una vez finalizadas las sesiones, los pacientes vuelven a ser evaluados para medir el progreso de su rehabilitación. Si están aptos, son pasibles de recibir el alta, si no, se les conceden las sesiones que se requieran para mejorar su estado de salud”.
Se solicita a los vecinos que no se acerquen al centro de rehabilitación, sino que se comuniquen telefónicamente a través de los números que figuran en las redes sociales del Municipio, donde se les otorgará un turno con el médico clínico del centro, quien clasificará a los pacientes en base a la gravedad de las secuelas para diseñar la terapia de rehabilitación acorde a sus necesidades.